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Introducción de un programa organizado y desigualdades sociales en el cribado mamográfico: un estudio basado en una población de 22 años en Ginebra, Suiza

José Luis Sandoval, Jean-Marc Theler, Stéphane Cullati, Christine Bouchardy, Orly Manor, Jean-Michel Gaspoz, Idris Guessous.
Introducción de un programa organizado y desigualdades sociales en el cribado mamográfico: Un estudio poblacional de 22 años en Ginebra, Suiza., Medicina Preventiva, octubre de 2017, doi: 10.1016/j.ypmed.2017.07.025.

Resumen

Antecedentes: En los países desarrollados, la mortalidad por cáncer de mama ha disminuido en las últimas décadas, al menos en parte debido a la llegada del cribado mamográfico. Uno de los objetivos de los programas de prevención es aumentar la participación y reducir las desigualdades sociales en el acceso al cribado.

Objetivos: Se buscó caracterizar los cambios en las disparidades socioeconómicas en el cribado mamográfico antes y después de la introducción de un programa de prevención en Ginebra, Suiza.

Entorno: Se incluyeron 5345 mujeres de 50 a 74 años, sin antecedentes de cáncer de mama, que participaron en el estudio transversal Bus Santé entre 1992 y 2014.

Métodos: Los criterios de resultado fueron 1) no haberse sometido nunca a una mamografía (1992-2014) y 2) no haberse sometido nunca a una mamografía o no haberse sometido a un cribado en los dos años anteriores a la encuesta (análisis de subgrupos, 2007-2014). El nivel educativo se dividió en tres grupos (primario, secundario y terciario) y el periodo en dos (antes/después de la introducción de un programa de cribado en 1999). Se calcularon medidas de cambio relativo y absoluto, incluidos índices relativos (RII) y de pendiente (SII) de desigualdad social, ajustados por edad y nacionalidad. Se comparó la prevalencia del cribado antes y después de la implantación del programa de cribado mediante modelos de Poisson.

Resultados: La proporción de mujeres no sometidas a cribado disminuyó durante el periodo de estudio, del 30,5% al 3,6%. Las mujeres con menor nivel educativo no se sometieron a cribado con mayor frecuencia (RII=2,39, p<0,001; SII=0,10, p<0,001). El cribado organizado redujo la proporción de mujeres sin cribado independientemente del nivel educativo (ratio de prevalencia antes frente a después=4,41, p<0,001), pero persistieron las desigualdades absolutas y relativas (RII=2,11, p=0,01; SII=0,04, p=0,01).

Conclusión: La introducción de un programa de prevención aumentó la adherencia de las mujeres al cribado mamográfico, pero no eliminó las disparidades sociales en la participación en el cribado.

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