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Bienestar de los niños y adolescentes con y sin necesidades sanitarias especiales tras el levantamiento de las restricciones relacionadas con la pandemia

Elsa Lorthe, Roxane Dumont, Viviane Richard, Andrea Loizeau, Géraldine Blanchard-Rohner, Stephanie Schrempft, Hélène Baysson, Maria-Eugenia Zaballa, Julien Lamour, Philippe Eigenmann, Stéphanie Garcia-Tarodo, Manel Mejbri, Nathalie Rock, Isabelle Ruchonnet-Métrailler, Mayssam Nehme, Rémy P. Barbe, Klara M. Posfay-Barbe, Idris Guessous, Silvia Stringhini, por el grupo de estudio SEROCoV-KIDS.
Well-Being of Children and Adolescents with and without Special Health Care Needs Following the Lifting of Pandemic-Related Restrictions.The Journal of Pediatrics, marzo de 2025, doi:10.1016/j.jpeds.2025.114528

Resumen

Objetivo : Examinar el bienestar físico, psicológico y social de los niños con y sin necesidades especiales de atención sanitaria (SHCN) tras el levantamiento de las restricciones relacionadas con la pandemia.

Método : Utilizando tres oleadas sucesivas de datos recogidos como parte del estudio SEROCoV-KIDS, una cohorte prospectiva basada en la población, llevamos a cabo un análisis longitudinal para estudiar la asociación de NPH (ninguna, moderada o compleja) en la fase 1 (de septiembre de 2022 a febrero de 2023) con el bienestar físico, psicológico y social (15 indicadores) en la fase 2 (de mayo a septiembre de 2023), ajustando las características de los participantes y los valores de los resultados previos en el momento 0 (de diciembre de 2021 a junio de 2022).

Resultados : De los 1993 participantes de 2 a 17 años, 1.533 completaron el cuestionario de la fase 1 (mediana de edad 10 años, 49,6% niñas), de los cuales el 10,6% tenían necesidades moderadas y el 3,3% necesidades complejas. Aunque no se infectaron con SARS-CoV-2 con mayor frecuencia que los niños sanos, los niños con PHB experimentaron consecuencias psicosociales más graves en 2023, incluido un menor bienestar, que variaba en función de la complejidad de sus necesidades. En comparación con sus compañeros sanos, los niños con necesidades moderadas tenían más dificultades físicas (riesgo ajustado 2,84 [intervalo de confianza del 95%: 1,42-5,67]) y sociales (2,20 [1,33-3,65]), así como dificultades externalizantes (3,68 [1,67-8,11]), es decir, problemas con el comportamiento orientado hacia el exterior. No obstante, mostraron niveles similares de comportamiento prosocial o apoyo social. Los niños con necesidades complejas corrían especial riesgo de deterioro de su bienestar físico, psicológico y social.

Conclusiones : Los niños y adolescentes con NPH sufrieron una reducción de su bienestar tras el levantamiento de las restricciones pandémicas, sin que se produjera una mejora evidente con el paso del tiempo. El seguimiento continuado y las intervenciones adaptadas son esenciales para mejorar su nivel de bienestar, que sigue siendo subóptimo a medida que salimos de la pandemia.

Enlace a el artículo en inglés